Al dia siguiente, Catalina se despertó temprano en la mañana y se arregló con la ropa de trabajo, habia pasado muchos días desaparecida y enferma y sentia que no estaba cumpliendo con las obligaciones laborales. No queria que nadie pensara que ella estaba hí por los motivos equivocados, no se podia permitir a si misma darle más motivos a las personas para que hablaran a sus espaldas.
Habia pasado poco mas de dos meses desde que llegó a la casa, ya había recibido su primer pago y parte de ella se sintió mal al ver el cheque entre sus manos, sentia que no se lo merecía, y aunque estaba acostumbrada a tener todo lo que queria, estando ahí las cosas se sentían ligeramente diferentes.
–Buenos días – Catalina saludó a las empleadas de la cocina, quienes le sonrieron y se dispusieron a servirle el desayuno.
–¡Me alegra mucho que se encuentre bien, señorita Alcott! – dijo la jefe de cocina, poniendo un café humeante frente a ella.
–Gracias – la mujer agarró la taza con sus dos manos y se llev