Dmitry Sokolov

Despertar con Kira es lo mejor que me ha pasado en la vida. Apreciar su delicado rostro con la luz del sol es simplemente magnífico. Las ondas doradas de su cabello la hacen aún más hermosa a mis ojos.

Anoche después de limpiar mis heridas me contuve para no lanzarme encima de ella y hacerla mía, pero en este momento puede que no me resista a hacerlo, mi amigo tiene más de una hora despierto por culpa de la increíble mujer que tengo justo en mis brazos.

Acaricio sus cabellos y la veo moverse.

—Buenos días, hermosa.

—Mmm, buenos días…

—¿Cómo dormiste?

—De maravilla. —Sonríe.

—Me alegra saberlo…

—¿Y tú? —inquiere abriendo los ojos.

—¿Yo? Pues, dormí con la mujer más hermosa de todo el puto mundo, ¿cómo crees que fue? ¡Increíble!

Ríe.

—¿Soy la mujer más hermosa del puto mundo?

—¡Por supuesto! —exclamo, acercándola a mí.

—Mmm, es bueno saberlo… Nunca me lo habían dicho —sonríe.

—Siempre hay una primera vez, preciosa.

—Tienes razón. —comenta depositando un beso