Parte 8
Enzo
Tres días después...
— No puedo quedarme hasta tarde hoy, Manollo — cerré el cajón con el archivo de nuevas adquisiciones dentro — Ya acordé con Isabela que vamos a tener la noche solo para nosotros.
— ¿Está mejor ella? — preguntó, con los brazos cruzados junto a la puerta.
— Sí... — hice un gesto con la boca — Por ahora no hay mucho que hacer, solo seguir las instrucciones del médico y la nutricionista. Y precisamente por eso quiero tomar este tiempo para nosotros dos.
— ¿Alessandro no va a aparecer por allí para molestarlos? — se rió.
— Él ya sabe que ni se pase por delante de la casa — tomé mi celular — Ya le avisé que esta noche es solo de Isabela y mía. Necesitamos un poco de calma en nuestras vidas.
— ¿Y cuándo van a viajar?
— No vamos a viajar — fruncí el ceño — El médico cree que no es bueno que ella esté volando de un lado para otro, y ya hicimos ese viaje a París, así que no quiero forzarlo.
— ¡Qué mierda! — suspiró y movió la cabeza — ¿Y Victor?
— Él volvió hoy