- Enseguida, jefe – habló sonriendo mientras sacaba su agenda para marcar el número del comprador para que su jefe hablara con ellos.
- Como tú dices papá: hablando se entiende la gente y sé que llegaré a un precio razonable para recuperar todo.
- Tienes razón hijo.
- Jefe, están en la línea.
- Si,