Daniel
Me quedo viendo como desaparece Lili, tras Elisabeth. Y no me agrada la idea de ponerlos en riesgo a ellos dos, Elisabeth no conoce límites, y sólo puedo temer por mi princesa, Resopló con frustración antes de hacer la llamada a Nicolás.
— Que pasa Daniel — Espetó fríamente.
— Elisabeth está en mi casa, necesito que vengan mañana.
— Está bien, le diré a Santiago... Por cierto, tiene que hablar, o sí no, nuestro plan se irá al carajo.
—Lo tengo claro, Nicolás.
— Eso espero. Daniel. Para mi, aún sientes algo por ella.
— ¡Qué mierda dices!, ¡Sólo vengan rápido!
Colgué el teléfono. Nicolás es demasiado desconfiado. Pe