POR JULIAN
Tenia una operacion de ultimo momento que no podia postergar, y aunque se que Annalies odiaba que le recordara cada dia mis horarios o reuniones debia hacerlo, estaba leyendo el diario como todas las mananas y ella aun no aparecia
— ¿Aun no se levanta cierto? — pregunto dejando mi taza de cafe sobre la mesa un poco irritado
— Amor, ya sabes como son los adolecentes. Ten paciencia con ella.
— Ya he tenido demasiada paciencia, y ya me estoy cansando — me paro para ir por tercera vez hasta su cuarto
— Calmate amor, es solo una adolecente. — ella siempre tratando de calmar la situacion, es un Angel. camino hasta su cuarto nuevamente
— ¡Ya levantate! tercera vez que te hablo
— ¡Que ya voy Julian! — aveces pienso que mis padres se equivocaron al dejarla a mi cargo, cada vez esta peor.
Me vuelvo a sentar y a los minutos llega a