PUNTO DE VISTA DE HELENA
Nuestra rutina continuó similar aquellos días previos a la reunión de Alfas. Cuando llegó el gran día, noté que Ayla estaba muy preocupada. Juntas en su habitación, me ayudó a subir la cremallera de mi vestido y yo, el suyo. Me estaba costando más de la cuenta hacerlo.
- Que extraño… ¿Llevaste el vestido a lavar? Creo que se encogió… - comenté
- No es el vestido, soy yo que estoy más vieja y gorda… - dijo
- Oh, Ayla, lo debes decir de broma… Estás guapísima, eres hermosa y tu piel luce más radiante que nunca - dije con una sonrisa, observándola… luego vi su rostro de preocupación.
- Sabes… creo que tengo otro vestido que puede quedar aún mejor… - dijo entrando a su vestidor.
- Ayla, ven aquí - le dije, acercándome a ella, mi madre me miró de frente fingiendo naturalidad - dime cuánto
- ¿Cuánto qué, hija… ?
- Sabes a lo que me refiero ¿Cuánto tienes? ¿Cuándo ibas a decirme que estás embarazada?
- Shhh… - baja la voz
- ¿Qué ocurre? Anda, dilo ya.
- Alrededor