El coche de Adina se detuvo frente a la casa de la familia Winters, y los cuatro niños vinieron corriendo del patio.
"Mami, por fin volviste. Te extrañé".
La voz de Harold era siempre la más fuerte y alborotada. Se acercó corriendo y saltó a los brazos de Adina, trepándose como pudiera y besándola en la mejilla.
Melody, siguiendo el mal ejemplo de Harold, también empezó a alborotarse, agarrando la mano de Adina y suplicando un abrazo.
Adina se vio obligada a llevar a los dos niños adentro, mientras los niños bien educados, George y Alden, la seguían.
Duke frunció el ceño y se acercó, diciendo fríamente: "Harold, ¿qué edad tienes ya? ¿Por qué necesitas que te abracen?".
Mientras Harold era abrazado por su Mami, se comportó de forma muy engreída, sacando la lengua y diciendo: "Es que me gusta que me abrace Mami, y no tú".
La cara de Duke se ensombreció: "Aunque ella tuviera que abrazar a alguien, debería abrazar a Al y a Mel".
"¿Por qué?". Harold levantó la barbilla: "Yo también