"Es la Corporación Tecnológica La Estrella, ¿verdad?".
El corazón de Alden dio un vuelco.
En efecto, este hombre lo sabía todo.
Él frunció los labios y entró en la habitación.
Empujó la puerta y se paró en la puerta. "Mamá, quiero ir a casa".
Adina estaba dando de comer a Harold y se quedó perpleja. "¿Por qué quieres irte de repente? Dame cinco minutos más. Nos iremos cuando termine de dar de comer a Harold".
"Quiero ir a casa ahora".
Alden rara vez era tan insistente. Casi nunca actuaba con presunción delante de tanta gente.
Adina pensó que no se sentía bien, así que se limitó a poner la comida restante en la mano de Duke. "Puedes alimentar a Harold entonces. Ya nos vamos".
Alden ya se había dado la vuelta y se había marchado. Adina entonces agarró la mano de Melody y corrió tras él.
Solamente quedaron Duke y Harold en la habitación.
Harold aún tenía algo de comida en la boca que no había tragado. Cuando miró la habitación repentinamente vacía, hizo un mohín. "Papá, eres te