NICOLA
Todos creen que pueden manejar mi vida, mis pensamientos y sentimientos como les plazca, pero no es así, pese a todo y pese a que las pruebas apunten a Bea como la culpable, la amo más que a nada en el mundo. No pienso perderla, solo debemos aguantar un mes y listo, todo volverá a la normalidad, o al menos eso es lo que quiero hacer.
Recuperar el tiempo perdido va a ser costoso, cuando le dije la estupidez de no creer en nadie, hablaba en serio, todas parecen estar jugando su propio juego, uno en el que al parecer yo soy el premio. Veo a Milenka, el doctor no miente, dice que un disgusto más o algo que la altere, puede perder a nuestro hijo.
Ella duerme un poco, ¿cómo es que llegamos a tanto? La quiero, eso es real, pero no la amo, a más, llegamos a una clase de acuerdo en la que ella me dará el divorcio cuando la empresa quede a mi nombre.
—Nicola…
Susurra en sueños, su voz es débil. Poco a poco despierta hasta que me localiza y su mirada se ilumina.
—Nicola —despierta po