“Las personas ofenden antes a los que aman que a los que temen”
Maquiavelo
Anna escucha su nombre con insistencia detrás de ella.
—Anna, detente por favor, aguarda un momento.
Voltea y ve a Elvira corriendo para alcanzarla. Se detiene a esperarla. Elvira le pone la mano en el hombro, Anna se voltea de frente a ella y se refugia en los brazos de Elvira.
Aquella extraña mujer, le brindaba un afecto especial.
—No llores Anna. Debes calmarte hija, por Dios.
—No entiende, Elvira. ¿Ahora que voy a hacer? Arthur no regresa aún y así regresara mañana mismo, yo no me sentiría bien aquí. Felipe no quiere verme más y Fred, se decepcionó pensando que estoy con su padre por interés, eso no va a ser fácil para Arthur. Él ama a sus hijos.
—Pero también, te ama a ti. Y de verdad te pido perdón, creí que diciendo la verdad, ellos aceptarían que tenias que quedarte y fue peor. Por eso quiero ofrecerte me ayuda. —Anna asiente, se limpia las lágrimas y la escucha— A pocos minutos de esta urbanización, vi