Su silencio le confirmó la verdad a Lillian, quien comenzó un discurso locuaz. “Que dijeras que él solía ser un playboy ya era bastante malo, solo ha sido un hombre honesto por un poco tiempo. Tu padre y yo siempre hemos odiado este tipo de cosas. Tu padre siempre te ha enseñado a ser honesta desde una edad temprana y a no perder el tiempo hasta que te cases. Incluso cuando tienes a alguien, nunca debes ser indecisa. Llevaba muchos años con tu padre y nunca noté a nadie más. Solo pensé en volver a casarme después de su muerte. ¿Cómo pudo Jackson hacer esto? Pero... ¿De verdad estás cancelando el compromiso? Tiene sentido... Este tipo de cosas son intolerables. Ni siquiera están casados todavía y él ya está haciendo esas cosas. Habrá muchos días más por delante, así que, ¿cómo podrías soportar esto? No puedo verte saltar a un foso en llamas. ¡Te daré la tarjeta de cajero automático ahora mismo!".

Tiffany contuvo sus lágrimas a la fuerza. No lloró en el Chalet de Tremont y no podía llor