Capítulo 58
La actitud de Santiago me daba escalofríos, pero tenía que ser firme, aunque todo lo que dijo entro en una oleada de dudas dentro de mi cabeza
No podía creer lo que acababa de escuchar. ¿Custodia?¿Separarme de mi hijo?
Santiago estaba consumiendo por la rabia, por el enojo de mi secreto sin darme la oportunidad de explicarle porque lo hice, y eso me quemaba
—Ademas planeo casarme con Ximena para que las autoridades vean que tengo la estabilidad necesaria para darle un hogar, mucho mejor de lo que planteaste darle con Mike
La rabia me subió como una ráfaga caliente que me invadía toda la piel, sintiendo el enojo cortarme la respiración. Caminé hasta la cama de Santiago, lo miré a los ojos con lágrimas acumuladas en los ojos, que intente evitar que salieran para que el no me viera débil.
—¿Estás hablando en serio? ¿Quieres quitarme a mi hijo? ¿Eso vas a hacer? ¿Es tu manera de vengarme?
—Tú fuiste quien me lo quitó primero, Luisa, nunca olvides eso, —dijo sin cambiar el ton