Capítulo 115
Narra Amelia...
Siempre quise cumplir con las expectativas de mi familia. Desde niña sentí la presión de ser la hija ejemplar, la que debía brillar para que mis padres se sintieran orgullosos. Pero siempre xui insegura.
Sentía que Gabriela era más linda, más atrevida, más interesante. Yo pensaba que me iba bien en el modelaje por el respaldo de mamá y papá, que me ayudaban a tener éxito, no porque realmente lo mereciera.
Fue entonces cuando apareció él. Un admirador anónimo, Alguien que me mandaba cartas, flores y pequeños detalles.
En sus cartas me escribía cosas tan hermosas que parecía conocerme, me decía exactamente lo que necesitaba escuchar.
Cada carta hablaba de mí, de mi belleza, de mis miedos, de mi deseo de ser vista. Poco a poco me fui enganchando. Me enamoré del escritor de esas cartas porque me hacían sentir única, especial.
Cuando decidí citarme con él, mi corazón latía a mil.
Apareció Mike. Era mayor que yo, pero atractivo. Su porte imponía respeto y a l