—Respeto tu decisión—dijo Miranda al otro lado del teléfono con voz firme y ágil: —Si necesitas algo, llámame. Estaré aquí.
—Gracias.
Apenas Lina colgó el teléfono de Miranda, Laura se acercó:
—¿Cómo planeas actuar? ¡Esa mujer despreciable realmente nos tiene furiosas!
—Esta noche mi hermano mayor me llevará a una cena organizada por la Cámara de Comercio de Santiago. Todo el círculo social de la alta sociedad de Santiago estará presente. Voy a exponer a esa mujer despreciable sin posibilidad de escape.
Laura aplaudió emocionada:
—¡Así se hace! ¡Vamos a vengarnos de ellos!
...
La noche de la cena.
El salón estaba lleno de fragancias, sombras y luces deslumbrantes, con invitados en animada conversación y risas resonando entre las copas.
Lina llegó elegantemente, luciendo un lujoso vestido largo incrustado con diamantes, que resaltaba su figura encantadora de manera perfecta. Su presencia era opulenta y noble, atrayendo todas las miradas hacia ella.
Su maquillaje estaba tan