Miguel estaba lleno de confianza en sí mismo:
—Y no solo eso, cada mañana al levantarse le duele la lumbar y siente debilidad en las extremidades.
Diego respiró profundamente y miró seriamente a Miguel:
—¿Cómo sabes todo eso?
Ese niñato nunca le había tomado el pulso ni le había hecho ninguna prueba