Capítulo 20
El instinto de una bestia
Egan entra a la propiedad derrapando, sin saber cómo se quita el cinturón y sale corriendo del vehículo, uno de los guardaespaldas se acerca a él y Egan le pregunta.
—¡¿Dónde está Anna?!
—Debe estar por los establos, a esta hora siempre está allí, señor —si el hombre le quiere preguntar qué pasa, Egan no se entera, porque no se espera a nada.
Corre como si la vida se le fuera en ello, llega a los establos y llama a Anna, pero la chica no le responde. Se queda allí con esa sensación terrible que le presiona el pecho, sale de camino a la casa de los empleados, pero se detiene en la mitad cuando oye el grito desesperado de Anna.
—¡Ángel! ¡¡Egaaaan!! —sin que ella tenga repetirlo, corre hacia la bodega, que es de donde viene