Quinn se volvió loca. “¡Deshazte de esta mujer! ¡No voy a permitir que estén juntos!”.
Eric le recordó con frialdad: "No tienes opinión en mis asuntos”.
Quinn le rechinó los dientes. “Eres mi hijo. ¿Cómo puedes desobedecerme?”
Los ojos de Eric eran tranquilos e indiferentes.
Desde el momento en que Eric fue enviado al extranjero para recibir un entrenamiento especial a la edad de cinco años, él llamaba a Quinn cada vez que extrañaba su hogar. Sin embargo, Quinn, quien estaba ocupada comprando, se limitaba a decirle con impaciencia que lo soportara y creciera.
Luego Quinn le decía al Viejo Amo Ferguson que Eric la llamaba en secreto, así que Eric recibía una paliza a cambio.
'Ahora que soy un adulto, ¿ella cree que puede controlarme? ¡Que ridículo!'. Los labios de Eric se curvaron mientras revelaba una sonrisa amarga y pesada.
"Si te echan de la familia Ferguson, ya no seré tu hijo".
El cuerpo de Quinn se estremeció ferozmente. Su rostro se volvió pálido al instante.
Ni siquier