Clayton tocó suavemente el vientre de Nicole y enseguida cambió de tema.

“El bebé no te está molestando, ¿verdad? ¿Has tenido alguna otra reacción últimamente?”.

La atención de Nicole se desvió. Ella sacudió la cabeza y miró hacia abajo.

En los últimos tres meses, su vientre no había crecido y solo se sentía diferente al tacto. Sin embargo, sus náuseas matutinas habían desaparecido.

Podía comer y beber sin problemas.

Las recomendaciones del nutricionista dieron resultado. Su silueta no había cambiado en absoluto. Por eso tampoco sentía ninguna molestia hasta el momento.

De repente, Clayton se acercó y la miró sorprendido.

“¡Tu vientre acaba de moverse! ¿Lo sentiste?".

Sus ojos brillaban como estrellas en la oscuridad.

El corazón de Nicole se estremeció ligeramente.

Nicole no quería molestarlo, pero aun así no podía evitar decir: “Sí, lo sentí. Solo tengo hambre, así que mi estómago estaba gruñendo…”.

Clayton se quedó sin palabras.

Nicole no quería salir de la oficina, así q