Nicole no podía evitar toser. El depósito estaba lleno de materiales de construcción inflamables. En cuanto se abriera la ventana, el fuego se extendería rápidamente y ella no tardaría en quemarse viva.

Se apoyó en el otro lado de la pared para respirar y mantenerse alejada del calor abrasador.

Por mucho que intentara aguantar, cada vez se sentía más y más caliente.

Ella sentía que su cabeza empezaba a marearse, y la temperatura a su alrededor subía como si estuviera en un horno.

…

Clayton se despertó y se frotó la cabeza, que le dolía como el infierno, para encontrarse tumbado en un lugar desconocido.

Su entorno parecía un hotel. No estaba lejos del hotel donde él y Nicole se alojaban.

‘¿Cómo terminé aquí?’, pensó Clayton.

Su cerebro dio vueltas, y de repente recordó el hombre sigiloso que había perseguido. En cuanto vio al hombre, otro hombre salió de la nada y lo golpeó violentamente.

Ese hombre fue extremadamente rápido y parecía haber recibido un entrenamiento profesiona