Franco:
Luego que Nathalia condujo en silencio hasta mi casa, me bajo del auto junto a ella.
-Debo de hacer algo... Hablamos luego.
Ella sólo asiente y entra.
Subo a otro de mis autos y me dirijo a mi lugar favorito.
Cuando entro.
¿-Está todo listo lleral?. Pregunto entrando al viejo almacén.
-Si señor... Y hay otro más
¿-Quién? Le pregunto sin darle mucha importancia.
-Uno de los nuestros, filtraba todas la información.
Me cago en el diablo... Un traidor en mi gente... Eso me prende la sangre.
-Llama a todos y diles que vengan inmediatamente.
-Si señor.
En cinco minutos están todos mis hombres reunidos.
¿-Algunos de ustedes saben por que los reuní? Digo de la menera mas fría y cortante, que nadie tiene el valor de mirarme a la cara.
Sólo obtengo silencio.
-Les diré. Hablo haciendo eco.
Hago un movimiento para que lo traigan.
-Si algo odio más... Es la traición.
Hablo sacando mi hermosa navaja.
-Esta noche les enseñaré a ustedes lo hago con los traidores.
Me acerco al traidor.
-Últim