-¡Más rápido maldita sea!- Vociferó Erik al chofer, mientras sostenía con fuerza la mano de su hermana- Tranquila, ya estamos cerca- susurró.
Clara se veía fatal, con el rostro pálido, el sudor en la frente y una expresión de dolor.
-Señor, nos están siguiendo-exclamó el chofer mirando por el espejo retrovisor.-Nos vas a seguir hasta el hospital.
Erik se volteó hacia atrás, observando como unas motos y un coche del grupo Sol los seguía de cerca.
-Mierda…- murmuró apretando con fuerza las muelas.
-¿Q-que pasa?- apenas pudo decir la joven.
-No pasa nada Clara, tú tranquila- dijo preocupado y observó al chofer- Vamos a tener que salir de la ciudad e ir a otra clínica, apresúrate.
-Sí, señor.
“Maldita sea Ivan” Pensó furioso a sus adentros.
Finalmente pudieron despistarlos y salir a las afueras de la ciudad sin el Grupo Sol siguiendo su rastro de cerca.
Llegaron a una pequeña clínica donde atendieron rápidamente a la joven por una buena suma de dinero y que no dieran información a nadie.