Nadie más importaba, porque solo Evan y Shantelle estaban presentes en el restaurante de la Torre Eiffel. La pareja saboreaba platos deliciosos, que hacían gemir a Shantelle con cada bocado.
"Mmmm... se derrite en la boca", dijo Shantelle. Mientras saboreaba su comida, comentó: "Sería genial que aprendieras a cocinar esto, y no, ni se te ocurra contratar al chef".
Se rio entre dientes mientras miraba fijamente la cara de Evan. Se veía muy pálido. Mientras tanto, Evan sacudió la cabeza y respondió: "Haré todo lo posible por servirle todos sus platos favoritos, mi reina".
Llamó a uno de los encargados de la comida y pidió hablar con el chef después de la cena.
Ay, sí. Shantelle ya tenía ganas de exigir cosas. Efectivamente, Evan la estaba mimando y a ella le gustaba. De hecho, cada día se sentía más segura de las intenciones de Evan. Por supuesto, lo que más afectaba a su decisión era cómo trataba Evan a Lucas. Evan demostró ser un gran padre y la forma en que se relacionó con