Capítulo 43: El aparente divorcio.
La realidad golpe con fuerza al huidizo Mustafá, está muy atento a la espera de que Seda, se entregue a él nuevamente, el deseo se desborda en su mente con mucha facilidad y sin poder evitarlo. Por lo que, decide irla a buscarla a la academia de baile:
Llega, se queda unos minutos pensativos, le viene algo de claridad en sus pensamientos, no se imagina vigilante de su esposa, sin embargo, se cierra a la posibilidad de perderla, no lo considera una opción, siente enseguida como si chocara contra un iceberg.
Se para en la puerta de la academia y mira a Seda, conversando muy a gusto con Murat, no obstante, no ve nada de malo en eso. De pronto, hace contacto visual con ambos y Seda lo mira con rareza y le dice a Murat:
—¿Qué hace mi esposo aquí?
—Ve querida, no lo hagas esperar.
Sale Seda para encontrarse con Mustafá, mientras éste miraba con detenimiento a Murat.
—¿Qué haces aquí Mustafá?
—Vine a buscarte y a invitarte a salir.
—No puedo estoy cansada.
—¿Quién es ese tipo con que hablaba