Capítulo 9: Ardiente frenesí.
Han pasado algunos días, Ángel continúa sus terapias con esmero. Se esfuerza lo suficiente para volver pronto a sus actividades, termina su terapia mañanera y se da velozmente un baño. Al cabo rato sale, con su cuerpo desnudo, solo lo cubría perfectamente la toalla. Ángel tiene un cuerpo de infarto que enloquecería a cualquier mujer, es tan apuesto, tan seductor y excitante. Es el delirio de muchas.
También es demoniacamente apasionado, no puede estar sin compañía femenina. Llama en seguida a Ellie una joven empleada de servicio, quien es lo suficientemente atractiva para pasar el rato. Ángel no se anda con miramientos a la hora de saciar sus instintos. Grita su nombre arriba de la escalera inmediatamente:
—Ellie—estaba haciendo el quehacer en la sala, asienta rápidamente a su llamado:
—Voy señor.
—Sube—demanda con indiferencia, ésta corre a internarse en su habitación.
—¿Qué necesita?
—A ti. Cierre la puerta y pon seguro.
—Es que estoy ocupada con el quehacer.
—Luego lo hará o