Capítulo 24: La esposa virgen del mafioso.
La tranquilidad se apodera, del diminuto cuerpo de la hermosa Inmaculada, ayer había dormido como nunca al lado de Sofía, a quien considera como una segunda madre. Sale de la habitación junto con la serenidad que la acompaña. Se tropieza con Ángel en el pasillo y éste la saluda velozmente:
—Buen día, te ves radiante—manifiesta Ángel, ella bosqueja una leve sonrisa y le dice:
—¿Vas a la empresa, estás muy bien vestido? —Ángel toma sus palabras como un cumplido y siente, como un leve hormigueo invade todo su interior.
—Si quieres, puedes venir conmigo a la empresa—la invita.
—No, prefiero quedarme aquí. Cuando regreses tenemos, que conversar muy seriamente—advierte Inmaculada, y Ángel de inmediato frunce el ceño.
Improvisadamente, llega Helen de la compañía de Mark, el hijo de Gianna. Ángel al bajar los recibe y le dice:
—Bienvenidos.
—¿Eres el esposo de Inmaculada? —pregunta Helen sin disimulo.
—Si—afirma Ángel.
—Eres muy elegante—menciona Helen y Mark la mira con recelo.
—Aquí la traj