Yurina Beforth quien estaba ocultada detrás de unos arbustos altos cercanos, quería salir a golpear a Karla por atreverse a intentar amenazar a Landel.
Justo en ese instante el marqués la tomó del antebrazo derecho y ella volvió a ver hacia ese costado a ese hombre maduro que la miró y le hizo un gesto de silencio con su otra mano.
El marqués Sebastián Forsten se acercó a Yurina y rápidamente le quitó la daga que ella llevaba consigo como emergencia, misma que Landel le había dado anteriormente a ella.
Yurina se sorprendió de lo rápido que fue ese hombre en el ágil movimiento donde la desarmó y ni siquiera le dió tiempo de decirle algo o hacer movimiento alguno.
El marqués Forsten salió de entre los arbustos "quédate aquí, hasta que te llame" dijo el hombre a esa joven que estaba casada con el querido sobrino de él.
La tercera concubina no sabía que hacer en ese momento y sorprendida miraba al marqués y la expresión con la que se acercaba a esos dos que recién se estaban levantand