19. Divorciada y embarazada
Aún con la confusión llenando su mente, ella solo se rió y actuó con naturalidad.
Ladeó la cabeza para mirarlo, tenía una sonrisa cínica.
—¿Crees en los milagros, querido ex-esposo? Porque yo no. Sabes que en cinco años de matrimonio concebir fue muuuuuy difícil —declaró, limpiando su boca con el dorso de la mano.
Se acercó hasta su lado y le empujó la carpeta en el pecho.
—Aquí tienes lo que tanto ansiabas: tu libertad. Ahora podrás hacer las porquerías que te gustan sin restricciones. —Pronunció cada palabra con frialdad. Fue su turno de mirarlo con desprecio—. Corre a darle el apellido a tu hijastro, cariño.
La mirada estupefacta de Dominik era todo lo que necesitaba para sentirse satisfecha. Más pronto que tarde entendería a qué se refería.
Sin darle tiempo para responder, le dió la espalda y salió del lugar como si fuera una diva. Los curiosos la observaban descaradamente, probablemente para buscar cualquier cosa para luego chismosear.
Cuando por fin salió del lugar, se permitió s