[AITANA]
Comienzo a cortar la cebolla, los pimientos, y luego los pongo en una sartén con un poquito de aceite para comenzar a dorarlos. Tengo a mi guapísimo novio abrazándome desde atrás con sus manos sobre mi abdomen. —Definitivamente tú eres una excelente cocinera. Esas pastas van a quedar exquisitas. — Me susurra al oído y luego besa mi cuello.
—Amor... así no puedo. Tu aliento en mi cuello y la manera que me acaricias van a hacer que me queme. — Me quejo entre risas.
Al parecer mis palabras le han hecho gracia. —Primero que nada, hermosa, estoy acariciando a nuestro hijo, segundo, es inevitable no besarte. Estoy demasiado enamorado de ti. — Me dice y de verdad que es un dulce.
—Vale, entonces no hagas que me mueva porque me voy a quemar. —
—Yo te ayudo. — Propone tomando el cucharon para mover el contenido mientras que de a poco voy agr