[MATÍAS]
La observo mientras Javier nos lleva a casa y puedo notar la desesperación que tiene por llegar y ver a nuestro hijo. Solo tomo su mano y la acaricio intentando tranquilizarla —Cuñada, no te preocupes que mi sobrino se ha comportado de maravilla. Es un niño súper educado. — Le dice observándonos por el espejo retrovisor.
Claramente también se ha percatado de los nervios de mi novia. —Lo sé, es un niño maravilloso, pero lo extrañe demasiado. No estoy acostumbrada a irme de viaje sin él. — Le explica.
—Cariño, ya estamos por llegar. — Comento intentando hacer que se calme.
—Además, piensa que ha sido por su bien. — Añade mi hermano.
—Exactamente. —
—Lo entiendo, pero es que él y yo nunca nos hemos separado. Sé que parezco una madre insoportable, pero es la ver