[MATÍAS]
Vamos llegando a mi piso caminando el pasillo en una guerra de besos que nos van haciendo perder la conciencia. Sin soltarla busco mi llave y abro la puerta; entramos y sus manos se deshacen de mi americana —Quien diría Doctora Di Luna... — Le digo al mientras voy besando su cuello. Mis palabras parecen asustarla porque se detiene, se aleja de mí y me mira algo preocupada. —¿Qué sucede? — Pregunto sin entender porque se ha detenido.
—Es que no se qué haces conmigo, nunca fui así. — Me explica.
—¿Así como? ¿Sexy? ¿Desquiciadamente provocativa? — Averiguo.
—Nunca he perdido la razón por alguien. — Confiesa.
—Piérdela conmigo. — Le pido volviendo a besarla. —No te cohíbas... soy tu pareja, haz lo que gustes conmigo. — Le aliento entre beso y beso, y puedo no