Capítulo 4. El Imperio Imgram. Un Encuentro inesperado.

La profesora, un ser similar a las medusa terrestres, un tronco con múltiples pies, daba la impresión de desplazarse sin tocar siquiera el suelo, coronada con 16 tentáculos de distintas dimensiones, su piel colorida, se mimetizaba con todo lo que tuviera en la cercanía. En el tronco por lo menos una docena de órganos definidos como ojos, captaban la luz proveniente del exterior, pero también cumplen con una función cognoscitiva. Uno de los alumnos presentes levantó la mano, tratando de llamar la atención de la Ponente,  sin embargo, ella continuó su explicación como si nada.

- La realidad cómo la conocemos está constituida por dimensiones o partículas, aún no entendemos del todo cómo esas microdimensiones definen nuestro mundo, pero los vistazos que hemos dado al mundo psíquico…

- Profesora, Sabia…

- Cómo continuaba diciendo el mundo psíquico…

- ¡Atención reclutas! Dijo una firme voz femenina que retumbó con estruendo en el recinto.

Los cuarenta y dos alumnos que recibían la instrucción, se pararon al unísono. Tras mirar a todos y ver la rectitud de los jóvenes cadetes, pertenecientes a diversas razas provenientes de los dominios de la Galaxia Imgram, la Generala que entraba al salón encontraba su mirada con la de su vieja amiga. Frecuentemente tenía clases con los reclutas, éstas eran importantes, porque los soldados y Oficiales de Imgram eran los responsables de velar por la seguridad e integridad del Imperio, que abarcaba el lado opuesto del universo, respecto a donde se ubicaban los dominios del otro gran imperio, Axius.

- Hola amiga mía, tiempo sin verte, sigues siendo tan distraída, le dije a uno de tus pupilos que informara de mi presencia acá, pero ya veo que cuando estas absortan en tus presentaciones es imposible interrumpirte, dijo la mismísima Generala Ana Magna.

- Ay amiga, que pena, si así soy, distraída. Pero, tú acá, ¿surgió algo?

- ¿En serio no supones el motivo de mi visita?, definitivamente tu vives en otro lugar, !Ja, ja, ja!

- Me avergüenzas con mis alumnos.

- Tranquila, créeme, ellos no saben quién eres. Vamos, tomemos un té de esos raros que tanto te gustan, y que tiene un buen sabor, a veces.

La poderosa androide creada con nano tecnología Materia/antimateria, guiñó un ojo a la maestra y salió del salón. La profesora de forma accidentada dio por terminada la clase, no sin antes recordarles que debían prepara un ensayo para su próximo encuentro sobre las diferencias entre los mundo material y físico, o para recuperar alguna nota perdida, otro sobre la naturaleza de la partícula elemental luz.

El salón donde se encontraban, un aula abierta, rodeado de columnas blancas, y una vegetación baja de colores muy brillantes. Era costumbre en ese lugar de Imgram, los espacios abiertos, rodeados de plantas exóticas traídas de diversos lugares de la galaxia, el cielo era azul tenue. El Pasaje, la Capital Galáctica era un lugar solemne, una tragedia de proporciones cósmicas dio origen a la civilización actual de Imgram, y parte de los monumentos conmemorativos se encontraban en ese planetoide, usado como lugar administrativo.

Ambas mujeres caminaban hacia un pequeño edificio, cercano a otro mayor pero muy resguardado, ese pequeño edificio era un lugar de tránsito, había el equivalente a cafetines y bares terrestres.

- Sabia, este lugar no es el ideal para nuestra conversación.

- Ya todos aquí saben de la movilización de los ojos desde el borde fronterizo, hacia Axius, Generala, y adicionalmente peinaron la zona de extranjeros desde hace por lo menos 12 horas, así que podemos hablar con comodidad.

Era cierto lo que le decía la Sabia, no había en las instalaciones ni el 30% del volumen habitual de los seres, que realizan diversas gestiones ante las instancias administrativas de El Pasaje, sólo quedaban funcionarios gubernamentales, completamente leales a Imgram, la posibilidad de un espía entre ellos era casi imposible.

- Vaya después de todo no eres tan distraída. Pero me vas a deber el té.

- En realidad no, a este cafetín le he dado algunas recetas y pues, podremos disfrutar de ese te que tanto anhelas.

- Me parece bien Sabia. Por favor para mí, el de la planta que es algo ácida, de hojas largas rojas.

- Esas son Ixoras de Fuego de Efery. Crecen levitando en las nubes de ese planeta. También le gustan a tu gran camarada, la embajadora Efímera.

- Cierto, aunque es una bebida fuerte siempre me ha parecido que ella la tolera muy bien.

- Generala y ¿Cuándo te enteraste de la noticia?

- A pocas horas del incidente. ya había culminado mi turno, iba a volver a Andors-9 por una semana por lo menos y le estaba entregando el mando a mi Primer Oficial. Cuando el Comando Unificado me llamó, me dieron la lista de órdenes, a los 5 minutos la Conciencia Suprema me puso al tanto de lo sucedido en Axius, ya casi ha pasado un día.

- Vienes a preguntarme algo que ya sabes, ¿Cierto Generala?

- No, por supuesto. El espía que se presume fallecido pudo transmitir una información al cuerpo interno, no te puedo revelar los detalles, pero me causo una impresión muy fuerte. Sólo vengo a preguntarte una cosa.

- Antes que continúes con eso, ¿Ya te le declaraste a tu primer oficial?

- No, Nilix know-all, “la que todo lo sabe”, desde que me entregaste este objeto del demonio, todos me temen, especialmente las personas más cercanas, honestamente no creo que pase nada entre nosotros.

- Yo en tu lugar aprovecharía aunque fuera sólo un instante, ya que lo más probable es que se avecinan tiempo violentos.       

- Bueno lo intentaré… siguiendo con el tema, ¿Es posible que la espada pueda destruir un universo o varios, de un solo golpe?

- Es difícil decirlo, las luces de Imgram son el mayor complejo destructivo que tiene el universo, 6 sistemas Dyson extrayendo energía de agujeros negros. Cuando esa energía acumulada es concentrada, puede devastar áreas de dimensiones galácticas, de decenas, incluso más de 100 millones de años luz. Pero este objeto, tu espada, no es de este universo, apenas entendemos parte de su superficie. Su densidad tal vez, siendo conservadores, contenga la masa de todo un universo, pero eso no lo sabemos, su interior podría estar hueco o tener mucha más materia, como te he dicho siempre, es un misterio. Y plantearse que un objeto así destruya un universo, es incluso descabellado, pero hasta que no averigüemos más, va a existir esa posibilidad. Por eso es tan importantes que vengas a cumplir con el cronograma de experimentos.

- Sabes que mis responsabilidades reducen el tiempo que puedo venir a tu laboratorio, es importante, pero ahora esta novedad ha surgido.

- Generala creo que ese día me dijiste que tenías todo el tiempo del mundo. Pero que te hace creer que lo que planteas es posible, ¿Hubo otra conexión reciente?

- Bueno, eso fue ese día, era mi prioridad, ya son varias décadas desde nuestro primer encuentro. No, no he vuelto a ver otra visión como aquel día, recuerdo que vi una silueta, y la espada se refirió a ella como “Enemigos que conoceré”, y eso es lo que me preocupa, si eso se cumple, saber de seres que pueden destruir universos enteros, y que sean nuestros enemigos, Axius no sería nada ante eso.

- Yo también tengo un mal presentimiento de todo esto. ¿Por qué no hablas con los Ojos, recuerda, serás bienvenida en “el cuerpo”?.

- Ya te he dicho mil veces, no soy del tipo de persona que pertenece a una secta con tradiciones raras.

- Me parece extraño que tú, con una experiencia tan cercana a otras realidades, seas tan incrédula, y supongo que sólo conmigo hablas de estas cosas. Hasta que no te abras un poco a otras posibilidades, a otras personas, no avanzarás como guerrera y como portadora de ese extraño objeto. Creo que tendrás que pasar por una experiencia extrema para comprenderlo.

- Es probable. Por ahora sólo estaré atenta a los resultados de los interrogatorios. También es posible una reunión diplomática con Efery, si envían como diplomática a mi querida amiga Zueg, podré consultar estas dudas también con ella.

- Ten cuidado con tus amistades, para mí los políticos nunca son de fiar, aunque hayan estudiado juntas, ya son adultas y todo cambia, intereses y lealtades. Recuerda este consejo.

- Lo tendré muy en cuenta. Mi querida amiga ha sido un té genial, tu sabiduría siempre me deja tranquila o más inquieta, pero siempre tienes un efecto.

- Es bueno oír esas palabras. Espero volver a verte pronto, iré a cumplir con mis deberes.

Así la Sabia Nilix se retiró de la mesa. Su amiga, sentada con un semblante tenso y preocupado, esperaba que el ambiente diplomático del universo no empeorara, después de 3 conflictos masivos, otro evento bélico sería devastador, pero estaba casi que eso sería lo que ocurriría. En pocas horas un estruendo nacido en Axius recorrería al universo RedFire, e iniciaría una serie de eventos impredecibles.               

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