54 - Te he buscado tanto tiempo, mi bella flor.
Un fuerte sentimiento de dolor atravesaba en su pecho, se sentía impotente, débil y decepcionada de sí misma, por no poder hacer más. Ella quería hacer más, para salvar a su bebé; pero, esa lluvia, que caía con tanta fuerza, le impedían hacerlo.
El suelo se volvió resbaloso, y estar de pie resultaba difícil, por el desnivel en el que me encontraba, y no conforme con su lamentable situación, ya no era seguro estar allí. El lugar se estaba volviendo inestable, y pronto sería una víctima de tan aparatosa caía.
Y sin poder resistir su tan desagradable situación, y, sin una pizca de esperanza a ser salvada por alguien, Holly gritó. Gritó con las fuerzas que le quedaba y lloró amargamente en ese desolado lugar, implorando piedad a la oscuridad, hasta quedarse sin voz y esperar su muerte. Ella se había rendido.
— ¡Maldita sea! ¿Qué he hecho para merecer tanta maldad? — masculló su pregunta, con voz temblorosa.
Estaba claro que nadie vendría a salvarla en medio de la nada, en la cima de un