15 - No es necesario que finjas aquí.
— Debes tranquilizarte, Holly. Ya hablaremos con tu familia al respecto — intenta calmar Ezekiel a su esposa. Se había dado cuenta de los pensamientos equívoco de ella con la situación, cuando el único culpable era él.
El abuelo de su mujer le había advertido, y ahora ella fue víctima de su terquedad. Sin embargo, el miedo a perderla aun irradia en su ser. Ezekiel en verdad temía que, cuando Holly supiera todo lo que hiso, lo abandone. Él no podría asimilarlo, y tal hecho, podría volverlo completamente loco.
— No puedo hacerlo. Es imposible estar tranquilos, cuando ese mundo me ha abrazado. — Si tan solo supiera, que ya la estaba abrazando, con una capa invisible de peligro absoluto.
— Iremos a la casa, y vas a reposar, y luego hablaremos con tus padres.
— No, no…
— ¡Basta, Holly! — grita Ezekiel, al borde del colapso —. ¡Maldita sea! ¿Puedes cerrar la boca por una puta vez? Te he dicho que iremos a la casa y reposarás. Yo me encargaré del resto.
Estaba molesto, y Holly asustada. Nunc