Parte 3...
Adriano...
— Bianca era mi secretaria - Le acaricié el brazo — Ahora solo se ocupa de mí. ¡Gracias a Dios!
— Ah... Qué romántico – Luana hizo una mueca burlona.
— Así es. Adriano era un jefe horrible, pero es un esposo maravilloso - dijo Bianca a propósito.
Bianca...
Tenía que decir algo. La mujer tiene cara de disgusto. Y aparentemente no le gustó lo que escuchó. Menos mal que se fue pronto. No me gusta la gente estúpida que se cree superior a los demás, por la razón que sea.
— Me gustó la iniciativa - me dijo al oído.
— Dije que sé dar la vuelta. Tú que no crees.
— Ya vi que si. Vamos a dar un paseo para que todos puedan conocerte.
*Salieron de la mano de la fiesta.
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Adriano...
Una hora más tarde había perdido a Bianca. Jane se la había llevado y me había dejado aquí en la mesa con Diogo. Creo que ya había bebido cada vaso que pasó un camarero.
Dos veces Diogo preguntó sobre mi matrimonio y habló sobre el castillo. Por supuesto que fisgonear