Después de ese extraño incidente, ahora Alexa estaba más pendiente de los movimientos de Lisandro, ya que ahora podría decir que no fue su imaginación y tal vez él no estaba enfermo como aparentaba, aunque no entendía porque y por ello pensó que lo mejor era poner una distancia segura entre “su esposo” y ella.
Ella igual busco ser más discreta y cuidar esos detalles, aunque también estaba más pendiente de él y sus acciones cuando estaban juntos en las comidas.
De esta forma empezaron a pasar los días, llegando a un nuevo viernes por la tarde, donde Alexa estaba revisando su celular anotado algunas cosas en su libreta.
- Ah…
- ¿Qué te pasa? – pregunto Lisandro, quien aprovechaba el silencio de la casa para leer un poco.
- Estaba haciendo cuentas y no se…
- ¿Cuentas, de qué?
- Bueno es que primero me siento extraña con eso de que ahora tengo dinero para mí.
- ¿Eso es lo que te preocupa?
- No exactamente, veras estoy haciendo cuentas y quiero aprovechar a el dinero extra para ahorrar y b