Después de pensar mucho en las palabras que usaría, Lisandro ya se sentía satisfecho con la mentira que pensó y ya se sentía preparado para todo lo que ella pudiera preguntarle.
Ya de regreso en la casa busco acomodarse en su silla para esperar a Alexa, ya que habia salido temprano de la oficina para estar relajado y fresco a la hora de que ella llegara a casa.
Por su parte Alexa se sentía un poco amargada porque habia visto a Celeste, quien sin importar el tiempo siempre buscaba tratarla mal y humillarla, pero trato de olvidarlo todo mientras se dirigía a casa.
- Ya llegué – anuncio ella tratando de sonar alegre como siempre, pero Lisandro noto esa ligera diferencia en su timbre de voz.
- Hola ¿qué paso?
- ¿Eh? – Alexa miro confundida al pelinegro - ¿por qué preguntas eso?
- Te paso algo en el trabajo, es que te escucho diferente.
- Hehe en serio ¿soy tan obvia?
- Bueno yo me valgo de los sonidos y puedo notar esa curiosa diferencia.
- Ah… bueno lo que pasa es que hoy fue Cel