(Capítulo 12)
No puedo tener esta boda. No con una bruja en el altar, y madrina encima. ¡Sería una herejía! ¡Estaría rompiendo todas las leyes de la santa iglesia! - gritó Ernesto, el sacerdote de la iglesia del pueblo, furioso. Era conocido por ser matón, mandona y comer.
Por favor, Padre, no compliques mi vida. – preguntó Mateo enojado. Tengo que viajar y volver a los campos de batalla, pero para eso John y Marga tienen que casarse, después de todo yo soy el padrino. ¿Vas a rechazar la buena oferta de monedas de oro que hice?
"¡El dinero no importa! ¡Lo que cuenta son mis princi