Capítulo 5.

5: Sentimiento y Dolor. 

Jonah: 

—Tenga. 

—¿Que es? 

—Es una lista de los estudios que debe hacerse —le dije—, es para meterla en el seguro médico del canal. 

—¿Cuando tengo que traerlos? 

—Cuando se los haga todos, puede traerlos y yo personalmente se los daré a recursos humanos. 

Necesito saber si ella está bien de salud, saber si no tiene alguna anormalidad en su cuerpo, me preocupa su extrema delgadez, ella siempre fue delgada pero saludable, yo mismo me ocupaba de que comiera bien, pero como no estoy a su lado, está demasiado delgada. 

Verla asi me duele demasiado, por que no puedo hacer nada, al menos directamente. Hare como siempre he hecho, cuidarla, pero ahora desde otro lado, siendo otra persona. 

—Venga conmigo —ambos salimos de la oficina y nos dirigimos hacia donde estaba Amanda—, Amanda, ella es Abigail Horan —la señale y ambas estrecharon sus manos— Abigail, ella es Amanda, mi antigua asistente, ella te dará las indicaciones, el recorrido y te orientará para que sepas lo que debes hacer. 

—Un gusto señora Amanda. 

—El gusto es mío niña. 

—Empiezas pasado mañana —Abi me miro—, hoy y mañana tómate el tiempo para conocer los alrededores, también de hacerte esos estudios. Cuando termines, ve a mi oficina para que firmes el contrato. 

—Lo hare, gracias por la oportunidad señor Downey. 

—No hay de que. Permiso. 

Regrese a mi oficina, al cerrar la puerta me recargue de esta a tomar aire, apreté mis manos para calmar el temblor de estas, verla de nuevo me ha afectado mas de lo que pude pensar. No pensé que ella estaría aquí, pero supongo que fue cosa del destino de que nos volviéramos a encontrar. 

Pero yo luzco como una persona completamente desconocida para ella. 

Dios, tengo que soportar esto. Tengo que ser fuerte y no dejarme ganar por el sentimiento. Aun no es el momento de que ella sepa quien soy, aquel hombre me lo dijo. Tengo miedo de cometer un error y que esta oportunidad que me dieron me sea arrebatada. 

El mismo me dijo que esta segunda oportunidad es para el cambio de muchas personas y creo que hasta ahora lo he estado haciendo bien. Debo seguir así, tengo que ser fuerte. 

Me senté en mi escritorio, de nuevo mire aquella hoja de vida en la que estaba toda su información, estaba un poco aliviado de que se haya puesto a hacer cursos, talleres entre otras cosas, la conozco, se que lo hizo para mantenerse ocupada, pero me alegra un poco de que se haya nutrido, siempre le recalque lo lista que era. 

—Jonah —Matt entro—, aqui tienes el contrato ¿si encontraste a la indicada? 

—Lo hice —me acomode en la silla—, mira su hoja de vida, es impresionante. 

—A ver —la tomó y empezó a leerla—, lo es, siempre tuviste buen ojo para eso... La chica es linda y es joven. 

—Lo es, Amanda le está dando el recorrido y la está orientando, quiero que su espacio sea el más cómodo —el asintió.

—No te preocupes que yo me encargo, por cierto, tenemos una reunión en una hora.. —dejó el papel en mi escritorio—, con los directores creativos y algunos socios. 

—Bien, yo solo me encargaré de aprobar lo que se pueda hacer por ahora. 

—No sabes lo que me emociona esto —sonrio—, ya era momento de un buen cambio. 

—Claro que si... Matt te hare una pregunta —el asintió— ¿quien quiso matarme? 

Al hacerle la pregunta vi como se tenso. 

—Bueno amigo, es un poco difícil saber quien fue... Pero tu te ganaste demasiados enemigos. 

—A que te refieres, se mas claro. 

—Muchas personas te odian, eso ya lo sabes... Muchas de ellas te quieren muerto, pero nadie tiene una razón de peso para matarte, tú eres el único que lo sabe pero no lo recuerdas. 

Claro, Jonah era una porqueria de persona. 

—Yo lo estaba investigando, ya que la policia cerró el caso y dijeron que fue un intento de robo... Pero ¿sabes? No lo creo. 

—Yo tampoco lo creo. 

—Es que es extraño Jonah, la persona que entró aquella noche, sabía como hacerlo, conocía el canal, tu madre esa noche dijo que saliste molesto de su casa por que alguien te llamo, luego tu teléfono desapareció y en las cámaras de seguridad no se vio nada... 

—La persona que intentó matarme me conoce, conoce el canal y algo tuvo que haber pasado para que llegara a ese límite. 

—Pienso lo mismo —suspiro.

—Retomemos la investigación. Quiero saber quien intentó asesinarme. 

—Cuenta conmigo, más tarde nos reunimos en tu departamento y te doy lo que tenía. 

—Gracias Matt.

—No hay de que amigo —sonrio. 

No confío en él, de hecho no confio en nadie, ninguna de las personas que me rodean me inspiran confianza. Aunque algo dentro de mi, me dice que Matt no tiene nada que ver, quisiera confiar en esa corazonada, pero no puedo. 

Tampoco se si deba arriesgarme de encontrar a la persona que asesino a Jonah, quizá algo dentro de mi me dice que le de aunque sea paz a su alma, si es que alguna vez tuvo una. 

(...) 

Más tarde. 

Tuve que irme del canal después de tantas horas reunido con los directores creativos, pase por la casa de los padres de Jonah y les dije que me iría a su departamento, se habían negado al inicio pero luego accedieron; estar dentro de esa casa me asfixiaba demasiado, la madre de Jonah estaba encima de mi todo el tiempo para saber si necesitaba algo, luego su padre queriendo hablar conmigo sobre trabajo. 

Todo era asfixiante para mi. 

Justo ahora estaba sentado en la sala del enorme departamento de Jonah, miraba hacia la ciudad ya alumbrada mientras la lluvia caía. En este momento me hacía mucha falta ver a mi esposa, extrañaba su risa, sus ojos, sus manos, su piel, el olor de su cabello. Todo. 

Sentía dolor, mucho dolor por no estar a su lado, por mas que me esfuerce en ser fuerte, no puedo. No puedo hacerlo, no puedo ignorar el hecho de que estoy en el cuerpo equivocado, en la persona equivocada. 

Odiaba mirarme al espejo y ver que era otra persona, odiaba no mirar el tatuaje con el nombre de Abigail en mi pecho, la fecha en la que nos conocimos, en la que nos casamos. 

Joder, como duele. 

No hay dia que pase en que no la extrañe y me duele demasiado no poder estar a su lado. 

Mi mente recordo el dia en que le pedi matrimonio, no hice nada, solo fui espontaneo. 

-Flashback- 

Ambos caminábamos por el parque como solemos hacerlo cada fin de semana, siempre veníamos aquí para ver a las personas caminar, hablar de cualquier cosa, sentarnos en el césped y que ella leyera un libro, estos eran los momentos que amaba compartir con ella. 

Nos sentamos en la manta que había metido en el bolso. 

—¿Que quieres hacer primero? —buscaba en el bolso— M****a, no traje el libro.

Yo me quede como idiota mirándola, observaba cada facción de su hermoso rostro, siempre se lo he dicho, ella es hermosa, la mujer mas hermosa que han visto mis ojos y me siento afortunado de que ella sea mía. 

—¿Que miras? —rió— ¿Tengo algo en la cara? —empezó a tocarse el rostro.

—Cásate conmigo. 

—¿Eh? —alzo las cejas. 

—Lo que escuchaste nena, casate conmigo. 

—¿Estas loco? —rió nerviosa.

—Lo estoy, pero por ti... —la acerque mas a mi— Nena, estoy locamente enamorado de ti, se que debí preparar algo...

—Espera ¿entonces, es cierto? ¿No estas jugando? —sus ojos brillaron. 

—Jamás —acune su rostro en mis manos—, lo que siento por ti es enorme, más enorme que el universo mismo, quiza debi hacerte algo hermoso o ir a un restaurante, pero sabes que no tengo los medios. 

—Sabes que eso no me importa —su voz se volvió temblorosa. 

—Lo se, a mi no, pero siempre quise hacerte algo hermoso y grande, que sea digno de ti. Pero no puedo, asi que ¿te casarías conmigo, a pesar de no tener dinero? 

—Claro que me casaría contigo, tengas o no dinero Jeff —sonrio—, tu me haces feliz y eso es lo único que me importa. 

-Fin del Flashback- 

Cerré mis ojos con fuerza y sentí las lágrimas recorrer mis mejillas. Lo peor de estar separado de ella de esta forma, eran los recuerdos. Aquellos recuerdos que me invadían a diario, hacía que el dolor de estar lejos de ella, se hiciera mas y mas grande. 

No se si pueda soportar esto demasiado tiempo. 

Escuche la puerta ser tocada, limpie mi rostro y fui a abrir, Matt estaba aquí, me hice a un lado para que el entrara. 

—Traje todo lo que te dije —frunció el ceño— ¿pasa algo?

—Nada. Empecemos ¿quieres algo?

—¿Tienes comida? —le asentí— cocinas pesimo, asi que mejor pide algo. 

—Eres un idiota —reí un poco y me senté en el sofá—, mejor empecemos... Después pedimos comida. 

—Bien, estos —dejo los papeles sobre la mesa—, son los antiguos socios que se fueron. 

—¿Por que? —tome los papeles.

—Por tu personalidad —dijo con algo de pena—, muchos de ellos no toleraban tu mal genio, de hecho tengo todos los videos de cada Reunión que hacías, eras tan maniático con eso de las reuniones que querías que todo estuviese grabado. 

—Colocalos, quisiera verlos. 

Matt busco en la tablet y luego me la entregó, reproduje el primer video, en el estaba Jonah sentado en la cabecera de la mesa en la sala de juntas, miraba papeles mientras se escuchaba a un hombre hablar. 

—Lo que dice no tiene sentido Matthews, la programación de ahora debe ir a los jóvenes, son los que mas entran a plataformas como la nuestra —se puso de pie— ¿creen que subí a la cima por cosas pequeñas? Este canal es el mejor gracias a mi, solo a mi y deberían estar agradecidos de que los tome en cuenta. 

Me quedé frío al escucharlo, se escuchaba pretencioso, ególatra. Todo lo contrario a mi, por Dios. 

Este camino, de buscar a la persona que trato de matarlo, seria dificil. 

—¿Quien es el? 

—Ah Evan White, fue tu socio pero el mismo decidió irse con la competencia —miré a Matt—. Es u bastardo, vendió información a la competencia y así, el canal bajo su rendimiento ya que nuestras ideas, ellos las usaron primero y el canal pudiera quedar como poco original. 

—Entiendo —murmuré— ¿Crees que el haya sido capaz de asesinarme o casi? 

—Ahora que lo dices, si, podria ser... Podria ser por dos razones, por que lo descubriste vendiendo información a la competencia o por que estabas con Miranda. 

—¿Que tiene que ver ella?

—Fueron pareja en el pasado. 

—No me jodas. 

—Lo que digo es cierto, Evan es un empresario que creo fama al ser ese tipo de persona ya sabes, apuñalar por la espalda. No habia sospechado de el, ya que lleva un año fuera del pais. 

—Justo ahora desconfío de todos —murmuré.

—Se que desconfias de mi —lo mire— y lo entiendo —alzó ambas manos—. Después de todo, despertaste prácticamente siendo otra persona... Pero Jonah, somos amigos, me salvaste la vida. 

—¿Que fue lo que hice por ti? 

—Me donaste un riñon —sonrio—, estaba literalmente muriéndome y tu me salvaste. 

Ahora entiendo la cicatriz que tenía en el abdomen, al menos el bastardo de Jonah hizo una cosa buena en su vida. 

—Creeme que antes preferiría morir antes que traicionarte, se que antes eras un idiota, pero seguías siendo mi amigo... Y ahora que estás vivo y siendo otra persona, me gusta mas, por que estas haciendo un esfuerzo de que todos olviden quien fuiste. Aunque los recuerdos de nuestra juventud ya no puedas recordar. 

—Lamento eso Matt. 

—No lo lamentes viejo —rio—. Seguiremos siendo amigos, a pesar de todo. Pediré comida, muero de hambre, tu sigue viendo eso.. 

Es normal que desconfíe, todas las personas que me rodean ahora son desconocidos, así que para mi, todos son personas de no confiar. 

—Me daré un baño ¿puedo?

—¿Te lo permitia? 

—Ohm ¿si? —El sonrio, yo rodé los ojos—, viví un tiempo contigo, se donde esta todo... Ya pedí comida, cuando llegue la pagas. 

—Pero... —se perdio por el pasillo— que idiota. 

Me recargue del sofá, tome mi teléfono y entré de nuevo a las redes sociales, tuve que crearme un usuario nuevo para ver las redes de Abi. Todos los días miraba su perfil y seguia igual, no subia una foto, nada. No había nada que me pudiese ayudar a saber como esta. 

El timbre sonó, me puse de pie para abrir, me quede helado al ver al mismo hombre que vi cuando me mori. Estaba vestido como repartidor.

—Hola Jonah.

—U-Usted ¿que hace aquí?

—Vine a dejar esto —alzó las bolsas.

Paso por mi lado y dejó las bolsas sobre la isla de la cocina. 

—Tiene que explicarme que hace aquí —me acerque a el—, esto es imposible. 

—¿Que? ¿Volverme a ver? —sonrio— solo vine a ver cómo estaban las cosas por aquí y veo que has tenido un enorme progreso. 

—No es tan sencillo como parece, Jonah era..

—Ni termines la frase muchacho. No creas que no te he escuchado quejarte —junto sus cejas— ¿Por que? Deberías estar agradecido de estar vivo. 

—Lo estoy, pero... No crea que ha sido sencillo estar dentro del cuerpo de Jonah —mire al pasillo y después a el—, he tenido que limpiar su nombre y hacer todo desde cero... Este hombre era peor de lo que me había dicho. 

—Lo se Jonah. 

—Me llamo Jeff —dije entre dientes—, detesto este nombre. 

—Pues ahora eres Jonah —dijo con tranquilidad—, se que es difícil, pero ahora es tu nueva vida. Solo vine por una de tus tantas inquietudes, tu esposa. 

—¿Abi? ¿Pasó algo? 

—Querias saber como estaba de salud, tiene una leve anemia, solo necesita descanso y comida adecuada... No duerme bien, pero lo ha estado sobrellevando, tu esposa es fuerte. 

—Abi —susurre. 

—Tranquilo —toco mi hombro—, se que estas desesperado por decirle quien eres, pero ella aun no puede saberlo —le asenti—, trata de acercarte a ella, no seas demasiado obvio... 

—Lo haré... Dime algo ¿eres Dios?

—Oh no —negó—, soy un Ángel.. Estoy en una misión, tengo prohibido decirte más. 

—Gracias por venir, lamento haberme quejado tanto —admiti—, prometo hacer las cosas mejor. 

—Me alegra saberlo —me sonrio—, volveré y cuidado ¿si? 

Le asentí, abrí la puerta y este salio, yo la cerré y me quedé estupefacto, no creí que lo volvería a ver de nuevo, pero al menos respondió una de mis dudas, el saber sobre la salud de mi esposa. Aunque se que no la esta pasando nada bien, me siento aliviado así podré saber que hacer. 

Claro que me pienso acercar a ella, pero sutilmente. Quiero volver a conquistarla, así luzca como una persona totalmente distinta. 

(...) 

A la mañana siguiente. 

Como tenía guardaespaldas por eso del intento de asesinato, no podía conducir, tuve que alquilarles el departamento de al lado para que estuviesen al pendiente de mi, aunque es algo exagerado, es por mi seguridad.

No dormí nada bien pensando en lo que me dijo el Ángel, debía cuidar a Abi de una manera sutil. Pase por una cafetería y compre un pan de Avena con un café para ella. 

Al llegar al canal, me dirigí hacia mi oficina, ella estaba ahí, como siempre suele ser, puntual. 

—Abigail, buenos días. 

—Señor Downey, buenos días. 

Hoy tenía el cabello recogido en una coleta, un pantalón beige y un saco del mismo color, hoy lucía menos cansada que ayer. 

Pero igual de hermosa que siempre. 

—Ten —le entregue la bolsa—, es por la bienvenida, espero que el lugar sea cómodo para ti. 

—Gracias señor —suspiro—, prometo hacer un buen trabajo. 

—No lo dudo... Te dejo, avisame si necesitas algo. 

Ella asintió, yo me encerré en la oficina, definitivamente seria demasiado dificil para mi controlarme y así no irme hacia ella para besarla, las ganas que tengo de besarla y abrazarla son enormes. 

Tengo que controlarme para cumplir mi meta. Que es protegerla, anoche estuve pensando y divagando en muchas cosas que no me habían dejado dormir y una de esas fue mi accidente en la constructora, no se por que pero tuve la sensación de que lo mío no fue un accidente, si no una negligencia por parte de la constructora. 

Quizá esté equivocado o no, pero tenía que averiguarlo. 

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