Las últimas semanas habían sido fantásticas, ellas pudieron controlar aquel lazo que las unía y estaba todo bajo control. Al estar tranquilas y felices, provocaba que sus emociones compartidas no fueran un shock tan fuerte, por lo que todo fue emocionante y lindo.
Al tener todo prácticamente hecho nada más habían tenido que salir para dar pequeños paseos o para cuidar el invernadero que tenían afuera y buscar comida, pero nada arriesgado. El clima mejoró, aunque ellas no se atrevieron a salir afuera ya que estuvieron ocupadas en cosas mucho más interesantes.
—Deberíamos ir a dar un paseo, Luna —murmura Alexia mientras lame la herida de su cuello.
—Mhm, ¿Tu dices