LAS VIRTUDES DE LA MUJER BARROCA

Era domingo temprano y Roberto aprovechó que todos dormían para empezar a escribir el capítulo de su libro.

«Veo a mis hijos jugar y se me caen las lágrimas, no es solo porque sea sentimental sino porque tienen mucha suerte de poder jugar, pues en algunas épocas estarían trabajando, es algo que he descubierto en mi viaje a través de la historia. Me quedo dormido y tengo un sueño muy raro.

Soy una niña y tengo unos diez años, estoy en un taller haciendo hilos de seda, tengo que ir con cuidado de que no se me rompan, ya que son muy delicados y si alguno se me rompe, me pegan.

Durante un momento paro, pues mis manos me duelen y una mujer me echa la bronca por parar.

—Pero me duelen las manos —le digo a la señora.

—Hasta que no termines la bobina, no pares o serás castigada —me ordena levantándome la mano.

Yo sigo trabajando sin rechistar, pero llega un momento que me duelen tanto las manos que salgo corriendo del taller camino de mi casa para q

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo