—Te amo, nunca olvides eso —gruñe cuando bajo a besarlo—. Y recuérdalo mientras me recupero de todo. No tienes permitido…
—Nunca, yo no quiero ser de nadie más —susurro—. ¿Hasta cuándo lo entenderás?
—Creo que nunca siempre sentiré celos —admite—. Pero confío en ti, confío mi vida entera en ti.
Tra