—Sí, claro —dice mirando su fino reloj. En ese momento se levanta y se estira un poco—. Ahora vuelvo y brindaremos.—Está bien. Acomodaré esto. —Señalo el tablero de ajedrez.Ethan solo asiente y se marcha hacia la casa, dejándome a solas en el jardín. La piscina se ve como algo tentador, pero me
Anna Roma
Oh, no, Ethan celoso...
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