—¿Por qué no te creo? —pregunta, mirándome consternado—. ¿Qué diablos me estás ocultando, Aria?—Nada —contesto—. Solo estoy enferma, y ya me disculpé por las cosas que hice ayer, que esas las hice estando molesta. Pero el hospital…—¿Qué médico fue el que te tocó? —me pregunta ansioso mientras me a
Anna Roma
¿Será que logra su cometido de escapar?
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