Salgo dejando mi corazón con la mujer que más amo, la que le dio sentido a mi vida, la que derribó ese muro que tenía mi corazón. Cuando llego a la sala me encuentro a Kika que al verme llorar se asusta y viene a mi encuentro.
—Mi niño, ¿Qué tienes? ¿Qué pasa? — sin poder aguantar un segundo más, me derrumbo en sus brazos y la abrazo como un niño pequeño.
—¡Gabriel, me estás asustando, por favor, dime que te pasa! — y efectivamente su voz se oye muy preocupada.
—Me voy de la casa — digo en medio de lágrimas.
—¿Qué? ¿Pero por qué?
—Porque tengo que proteger a mi familia.
—¿Gabriel de qué hablas?, no te entiendo.
—Las mismas