CAPITULO 34
Alicia regresó a su habitación completamente enojada y sobre todo desencajada, en ese momento entiende que es capaz de asesinar el que se atraviese en su camino.
Nunca había detestado a alguien en toda su vida, como lo estaba haciendo en este momento con Angélica, sentía que podía agarrar uno de los bisturíes y enterrárselo y no sentir ningún tipo de remordimiento.
— Tu querida bastarda se encuentra afuera, deberías decirle que este tipo de lugares no son para ella y que debería ocupar su lugar de hija ilegítima — la rabia que sentía en ese momento Alicia era inmensa.
—¿De qué estás hablando? Tu hermana se encuentra muy lejos de aquí — Horacio creía que ella se encontraba escondida, pero nunca imagino que Angélica se encontraba pisando el mismo lugar que él y que de su hija.
— Acabo de ver a tú bastarda, así que espero esto termine rápidamente — en ese momento lo único que necesitaba Alicia era que su papá entendiera que no podía mezclar a esa mujer con ella.
— No te preoc