Son las ocho de la noche y mi hija nada que ha vuelto, mi ira está por los cielos, ¿no sé quién coño le dio permiso a Adriano para llevarla a su casa? ¡Este idiota está tentando a su suerte o es que quiere que yo lo mate para evadir el compromiso! ¡Porque esa sería la única razón para que haga semejante estupidez! Samuel llévame a casa de Adriano.
—¡Keelan ellos están por casarse porque no los dejas tranquilos!
—¿ese idiota piensa que puede jugar conmigo? Se llevó a mi hija aun cuando le advertí que ella no saldría de aquí hasta que estuviese casada, así que vamos a poner orden, ¡no dejaré que llegue cualquier persona y pase sobre mí!
—estaba muy molesta, comencé a buscar mi ropa interior y me di cuenta de que este estúpido la había dañado, así que no me quedó más que colocarme la ropa así.
—Zafiro, tenemos que hablar… dentro de pocas horas estaremos comprometidos y la próxima semana serás mi esposa, ¡no podrás huir cada vez que tengamos una discusión y mucho menos correr a los brazos