Declan la besa con suavidad.
—Gracias a Dios —murmura Declan, oyendo todavía los llantos de Maylene—, gracias a Dios.
—¿Estás bien…? —pregunta Maylene. Balbucea al preguntar. Busca cualquier herida en Declan—, ¿Estás bien, verdad?
—¿Cómo voy a estar bien si estaba muriéndome en vida al no tenerte? —