CAPÍTULO 5

Capitulo 5

Tatiana siente como su mundo se vino abajo, la idea del amor nunca se había manifestado en su vida, era la primera vez que sentía podía enamorarse y ser correspondida, siempre se había metido en la cabeza que un hombre como el nunca se fijaría en ella, se sentía tan poca cosa que alguien como Santiago solo la vería como una sombra, pero cuando el la miro en medio de la oscuridad de su vida pensó que el amor si existía y que ella podía experimentarlo ahora de nuevo de un solo golpe la regresan a la realidad una en la que le dejan en claro que ella no nació para amar, que el día del accidente de su madre le quitaron algo más que la seguridad.

Peter abre los ojos mientras una gran sonrisa se dibuja en su anciano rostro, no puede creer que el perdonara a su hija después del terrible suceso ocurrido :— Te pido perdón por Cecilia, ella jamás haría algo así, estoy seguro que ese rufián la embauco y agradezco tu noble corazón — sonrie Peter mientras abraza a su hija favorita recuperando los sentimientos por ella después de lo que es para el una increíble noticia la mejor que le han dado en su vida.

Santiago aún no se siente seguro pero la felicidad de Peter es un alisiente para seguir con esto, toma de la mano a Cecilia y le da un beso ante los ojos de una llorosa Tatiana que se tiene que tragar su dolor e intenta disimularlo con felicidad.

— Pienso hacer una fiesta de compromiso para aclarar los malos entendidos y elegir la fecha de la boda, estoy más segura que nunca que quiero a Santiago en mi vida — Las palabras de Cecilia se escuchan seguras pero están llenas de falsedad, ella no tiene nada seguro en su vida solo la idea vacía que todo va a mejorar después de la boda.

Tatiana sale de la habitación, la hipocresía no va con ella, no quiere ser parte de esta mentira que le duele, entra y se encierra se mira en un espejo, de nuevo esa cicatriz es la peor de sus pesadillas, al verla se siente asquerosa, agarra un poco de maquillaje e intenta cubrirla pero no puede hacerlo, siempre estará con ella tan latente como las cicatrices de su alma la misma que la dejo en tinieblas.

Entra a la ducha, el agua fría es lo único que la calma mientras las gotas se mezclan con sus lágrimas, es una escena patética y la prueba que ya llegó demasiado lejos, Santiago se acaba de burlar de ella en sus narices y no puede hacer nada solo llorar porque el no la va a amar, algo que ya sabía desde antes.

Mira su celular, su mejor amiga, Camila, le acaba de enviar una invitación para la inauguración de un bar, al parecer van a estar varios grupos de Rock " No me puedes dejar sola" le envia un mensaje sumado a un gif de fiesta.

" Ven por mi " le envía ella un mensaje quiere hacer algo diferente y dejar de ser la sombra de todo.

Tatiana odia las fiestas desde siempre, nadie la saca a bailar y cuando lo hacen y ven su cicatriz se alejan y rumorean entre sus amigos, como si ella fuese un fenómeno de circo, pero está vez siente que es más fuerte y que las burlas no la lastimaran más de lo que ya la lastimo Santiago.

Se coloca un vestido de lentejuelas negro muy ajustado al cuerpo, algo que no es habitual en ella y solo lo compro por curiosidad jamás con la intensión de usarlo, prefiere los pantalones y sacos anchos que no dejen ver un milímetro de su belleza, se canso de usar su cabello suelto para cubrir algo que sabe que existe y que tiene que dejar de ser sorpresa así que se hace una cola alta, decide usar un poco de maquillaje para ocultar un poco su cicatriz pero termina resaltando sus ojos y sus carnosos labios que volverían loco a cualquier hombre que sueña con una mujer sensual, no sabe si está hermosa o si sencillamente se ve ridícula pero quiere salir de allí de una manera diferente, sentirse por primera vez diferente.

Baja las escaleras y la mirada de Santiago es definitiva, lo acaba de impresionar la mujer se ve tan sensual que el se queda boquiabierto :—¿Tatiana?— pregunta con la voz entrecortada mientras ella intenta seguir el camino.

—¿A dónde vas así?— pregunta Cecilia que también está consternada con el cambio de look de su hermana una actitud inexplicable en ella.

— Voy a un club con Camila, ya soy mayor de edad así que no tengo que pedir permiso — Tatiana mira con cierta rabia a Santiago antes de irse decidida a ser otra a enfrentar lo que la vida le dió.

Camila su amiga al verla salta de alegría y la felicita por tomar la decisión de dejar atrás la apariencia de monja: — Está noche los hombres caerán rendidos — bromea mieny maneja.

Santiago siente que algo está mal, no quiere que nada le pase se siente en parte responsable de la nueva actitud de Tatiana así que decide irse y seguirla, sospecha que las dos jóvenes van a la inauguración del bar, siente una necesidad inexplicable de protegerla de ser su guardian.

Los hombres miran a Tatiana al pasar con deseo algo que ella nunca había experimentado pues siempre la miraban con morbo de su cicatriz pero parece que aquel detalle pasa a segundo plano cuando la ven caminar : — Quiero una cerveza — le pide al cantinero, es la primera vez que va a tomar alcohol en su vida pero necesita algo que le borre del corazon esa herida que parece consumirla.

Santiago observa de lejos mientras se esconde detrás de un muro, no quiere que ella lo vea y sentirse comprometido con su protección hasta el momento ni el mismo sabe porque está haciendo estoy porque quiere cuidar de ella y evitar que se haga daño siente que después de aquel juego se lo debe.

Tatiana y Camila son invitadas a bailar pero Tatiana decide quedarse cerca de la barra, no quiere bailar y que la gente se burle de ella por su cicatriz o sencillamente porque nunca aprendió a hacerlo, aun le tiene pánico al escarnio público, a ser la burla de otros es algo con lo que ha tenido que vivir toda su vida pero no sé acostumbra.

Un hombre muy elegante se acerca a ella:

 —¿estás disfrutando del bar? Mucho gusto, mi nombre es Antonio y soy el dueño del lugar — el hombre sonrie amable mientras le da la mano a la joven que responde con cordialidad.

— Todo está muy hermoso — es lo único que se le ocurre decir, jamás ligaria en un bar no sabe ni siquiera qué tiene que hacer para conquistar.

— Sin duda eres la mujer mas hermosa de la fiesta ¿Puedo saber tu nombre?— el le da una suave caricia en la mejilla y solo hasta ese momento se percata de la cicatriz pero no le molesta está enceguecido con la seguridad de la mujer, con la belleza de sus labios y la expresión de tristeza de su mirada.

— Tatiana García — responde ella sintiendo que su garganta quiere flaquear que sus cuerdas vocales tiemblan, es un hombre apuesto, de cabello negro, cejas pobladas y una voz varonil.

El sonríe mientras la mira fijamente, sus senos y todo su cuerpo se delinea como una escultura debajo del vestido :— Este es un regaló, la mejor calidad ¿La has probado?— el hombre le entrega un sobre con un polvillo blanco — Creeme tu tristeza se irá con esto —.

—¿Cuál tristeza?— pregunta Tatiana mientras observa con curiosidad aquel polvillo que se viste galante para ser parte de una tentación en su vida.

— Tus ojos reflejan una gran tristeza, la misma que yo tengo en mi pecho — Antonio toma la mano de Tatiana y la coloca sobre su pecho.

Ella suspira, piensa que el la entiende pero a la vez cree que aquello es una trampa : 

— ¿Solo te acercaste para enviciarme?— pregunta sarcástica sabiendo el modus operandi de estos sitios.

— Me gustas, desde que llegaste no he dejado de mirarte y la droga solo es para que disfrutes de la fiesta, no para que lo tomes personal, jamás haría negocio de ti — sonrie el mientras extiende aquel polvo en tiras encima de la mesa del bar y aspira una de ellas.

Tatiana quiere dejar de sentir tristeza, toma la mano de Antonio e intenta consumir de aquella droga que el le ofrece pero Santiago la jala del brazo :—¿Que vas a hacer?— le recrimina preocupado.

Antonio lo empuja mientras le hace el reclamo : — Ella está conmigo idiota— pero Santiago de un solo golpe lo deja en el suelo mientras se lleva a Tatiana a rastras, ella se resiste pero su fuerza sumada a su rabia sin más fuertes.

Antonio intenta ir tras ella pero solo ve como se suben en el automóvil y arrancan, anota las placas y chasquea los dedos, dos de sus escoltas se acercan esperandk órdenes : — Necesito que encuentren a esa mujer, ella va a ser mia — dice con tanta seguridad que resulta fría.

Tatiana le da golpes a Santiago mientras van en el automóvil, las lágrimas salen de sus ojos : —¡Dejame en paz!— grita alterada .

— No lo voy a hacer si te vas a seguir metiendo en problemas, ¿No te das cuenta de la gravedad del asunto? Te ibas a drogar ¡Maldita sea!- las palabras de Santiago se escuchan con rudeza dejando a Tatiana anodadada.

— Tu no tienes que preocuparte por mi, ti preocupación debería ser mi hermana no yo, ya me quedo claro que lo sucedido solo fue parte de un juego tuyo — Tatiana quiere decirle tantas cosas pero a la vez siente que perdería parte de su dignidad de mujer.

  — Te voy a cuidar, quieras o no desde hoy soy tu perro guardian — Santiago siente que sus manos le tiemblan, cuando vio aquella escena su corazón se llenó de miles de sentimientos que no puede explicar, ver cómo el hombre impulsaba a Tatiana a consumir mientras discretamente le tocaba la espalda casi tocando su trasero le hacían sentir rabia y furia.

—¿Está celoso el gran CEO?— pregunta Tatiana intentando enojarlo, intentando que revele su verdad y que la deje en paz con su dolor.

— ¡Si!— exclama mientras frena en seco y la besa con pasión.

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