~Analía~
—Es tarde, no puedes salir a esta hora por unas simples palomitas.
Insiste Sam. Hemos quedado de ver una película juntas.
—Una película sin palomitas es como un río sin peces —me sigo poniendo los tenis—. No voy a tardar, el supermercado está cerca.
—Yo voy contigo entonces, no dejaré que vayas sola.
Se levanta y también se pone sus zapatos, ella es realmente terca.
—Sam, me haces sentir que soy una niña, por favor.
—No lo eres, pero sí mi amiga y no quiero que nada malo te pase.
Me rodea con los brazos, le gustan los abrazos, el problema es que a mí no del todo, quizás tanta soledad me hizo olvidar lo bien que se sienten.
—Ya, no me gusta tanta miel.
La alejo, y escucho su risa.
—De verdad que no eres fans de los abrazos.
Gira sus ojos y la empujo. Las dos salimos del departamento envueltas en una risita pendeja, estamos por subirnos al auto y se nos acerca un hombre apuesto con una sonrisa.
—Hola, disculpa, es que estoy perdido, ¿podrían ayudarme con esta dirección?
Nos s